Gato araña al tiempo: febrero 2012

Ala. ¿Sabéis qué? ME LA SUDA. ¿Qué más me dan los pensamientos ajenos? ¿Acaso me afectan? ¿Me hacen la vida más difícil por el hecho de haber sido pensados? NO. La dejan igual, tal y como estaba, tan maravillosamente sosa como siempre. ¿Qué coño me importa usar palabras que no suenen bien? Voy a hacerlo. ¿Qué más me da si lo que escribo no le importa a la gente? ¿Qué más me da si no es bueno, ni poético, profundo, desgarrador o una maravilla de la literatura universal? ¿Y a mí QUÉ?
Lo que importa es que yo me entienda y que hable por fin, que me desahogue de una puñeterísima vez.

Así que sí. He vuelto. Otra vez. Irene Returns. Hola. Qué hay. Bien las vacaciones, ¿eh? La Navidad y eso. Regalos. Muchos regalos. Aleluya. Haaaaaleluuuuya (coro de ángeles cantando on). ¿Sabéis qué? Nos manipulan. Sí. Ya ves, qué cosa. Como si no lo supieramos ya. ¿Anuncios? Jodidos anuncios. ¿Televisión en sí? Maldita sea. Hoy estoy dispuesta a maldecir todo lo que exista o haya existido desde la capa más alta de la atmósfera, qué más da cuál sea, hasta el maldito centro de la Tierra. No por nada en especial. De verdad. Es sólo que la vida es aburrida. Sé que sólo a veces, pero lleva mucho tiempo ya siendo así. Necesito que pase algo. Algo GRANDE. Grande aunque sea a pequeña escala. Y sencillamente, qué no me da la puta gana de conformarme con lo que tengo. ¿Se considera eso ya ser una incorformista o hay que hacer algo más?

Qué ganas tengo de conocer gente. Dios mío. BUDA. Me estoy volviendo MAJARA. Majara, naranja, mandarina, cáscara, huevo, sartén, mango, robar, camiseta, ticket, etiqueta, cena, plato, microondas, salchichas precocinadas, PIZZA. Qué ganas tengo de tomar pizza. Vivo esperando los fines de semana para poder levantarme tarde, no hacer nada, ver películas, cenar alguna que otra pizza y salir a la calle, respirar el aire ricamente contaminado de Sevilla y desear estar en otra parte. Y otra parte son muchas. Quiero conocer a tanta gente y hacer tantas cosas y conseguir tantas otras y visitar tantos sitios y probar tanto mundo... (respira), que me da miedo no poder hacerlo en una sola vida.
Y ahora mismo me apetece a lo bestia tomarme algún bollicao con chocolate o demás dulces altos en todo lo malo y bajos entodo lo bueno. Peeero estoy engordando, y eso no puede ser. Y como me da pereza hacer ejercicio, voy a contenerme y no comer por gula. A partir de ahora, comida sólo cuando la necesite. En realidad, no es tan duro. No tengo hambre. Me siento bien.