23.6.10

Tú :)

Ahí va la historia que os prometí ^^ .
Está llena de metáforas y todo eso, así mientras la leeis, pensad que nada es lo que parece... O.O  . Espero que os guste... :)

Miré por la ventana. Posé la mano sobre el cristal empañado e hice círculos con la mano, formando una pequeña abertura entre la niebla.
 
Fuera caían hojas, arrastradas por el viento hacia algún lugar lejano antes de tocar el suelo. Una alfombra de hojas de tonalidades rojas, naranjas, amarillas y verdes formaban el lazo de colores otoñales que solían pisar mis pies. Cesaban al llegar al lago lleno de peces al que iba a veces a pescar.

Un brillo metálico alumbraba el fondo del lago, en el que la gente tiraba monedas y pedía deseos mientras estas tintineaban.

¿Recuerdas?

El otoño, castañas encerradas en sus crisálidas de pinchos, lluvias de hojas de colores, sombras pálidas en el paisaje, gorriones sobre nuestras cabezas. Y el suave pelaje de un conejito blanco que pasó corriendo. En otoño, a veces, encendíamos hogueras en el jardín y asábamos castañas en ellas. Una vez, cuando el tiempo era más seco, se me olvidó apagar el fuego, y las llamas se extendieron por todo el jardín hasta que conseguiste apagarlas. Para entonces el césped y los troncos de algunos árboles habían sido arrasados, y sólo quedaba de ellos una ceniza grisácea y deprimente. Este recuerdo se parece bastante a aquello que nos pasó una vez. ¿Lo recuerdas? Esa vez, que te fuiste durante demasiado tiempo, y la distancia casi nos pudo. Pero, por suerte, tú llegaste justo a tiempo para salvarme de la duda, aunque terminase quedando una simple huella de lo que sentíamos antes…

 
Pronto llegó el invierno, y su manto de nieve cubrió toda la tierra árida. El lago se cubrió de escarcha. Y yo volví a sacar nuestras fotos juntos y colgarlas en la pared; y tú volviste a dejarme rosas rojas junto a la puerta cada noche que me añorabas. Me pregunté adónde habrían ido los peces del lago, si se habían congelado bajo el agua como estatuas de hielo.

Recuerdo…

El pequeño crujido de la nieve al pisarla, el primer muñeco de nieve, la piel insensibilizada por el frío que entraba a través de mis guantes de lana, los pequeños carámbanos helados que colgaban de las ramas de los árboles, Navidad… Y bailando en el lago de hielo, mientras este se rompía a nuestros pies. La primera nevada, y yo corriendo por el bosque, contigo a mi lado, intentando atrapar las mariposas blancas que danzaban a nuestro alrededor. Y un copo de nieve derritiéndose en mi ventana, bajo el calor de mi mirada.

Y después, primavera. Cuando en vez de nieve cayeron flores, pétalos de nácar colgados alrededor de mi cuello.

Tu sonrisa de perlas. Nenúfares en el lago.

Una vez, me pediste algún remedio que fuese tan bello, como para merecerse contar el tiempo que faltaba para vernos, con él. Así que me quedé, un día y una noche, junto al lago cubierto de nenúfares. Y así vi, poco a poco, los capullos rosados de las flores abriéndose y cerrándose, de una forma tan elegante y hermosa como no había visto nunca. Y, sin pensármelo dos veces, cogí mi cuaderno y un lápiz, y te dibuje todo el lago con los nenúfares abiertos y el paisaje florido, el sol deslumbrante y las mariposas que volaban a mi alrededor. Cuando lo viste, murmuraste algo de ‘‘perfecto, pero no tanto comparado con…’’ Y cuando te pregunté con ‘‘qué’’, te reíste y escapaste de mi pregunta.

¿Recuerdas?

La magia de aquella acampada junto a la luz de las luciérnagas. Algodones de azúcar flotando en el mar de estrellas, junto al sol que nos cubría, casi imperceptiblemente, de las tragedias que llovían fuera de nosotros…muertes, fracasos, dolor… todo estaba bien contigo bajo el sol primaveral.

¿Recuerdas?

Una corona de flores, la hierba húmeda, gotas de rocío coronando la punta de las hojas, y unos ojos verdes observándonos, el campo. Una cabaña de madera entre las ramas del árbol más alto y hermoso del bosque, a mis ojos.

Y, ¿por qué no? Llegó el verano.

Recuerdo…

Agua fresca a mi alrededor, un pez de brillantes colores que se acercó al ver que lo contemplaba. El sol calentando el aire a mi alrededor. Un ligero rubor que se fue asentando en mis mejillas conforme te miraba. El día y su luz, tan madrugador por la mañana, y tan reacio a dejar su puesto a la noche, brillante y fresca como la piel de una manzana. Fiestas de gaviotas por la noche, entre las palmeras de la playa y pesqueros cargados de peces.

Y la playa, calor y agua. Problema y solución. Lástima que la vida no sea igual.

Un velero oteando el horizonte. Música tranquila de fondo. Un viento frío azota las palmeras, y un escalofrío me trae de vuelta al presente.

 
De repente, caen hojas… el cristal de mi ventana vuelve a estar empañado, la alfombra de hojas de colores, el lago y su brillo metálico vuelven a aparecer ante mis ojos.


Un año ya… cómo vuela el tiempo. Porque es el tiempo de lo que vivimos, está presente en cada momento de nuestra vida. Como un conejito blanco, suave y cálido, como un copo de nieve al derretirse, como nenúfares floreciendo y como el sol pasando lentamente de un lado al otro del horizonte.


Quizá te sorprenda no salir tanto como esperabas en mi historia. Pero no es así. Tú eres mi historia, sólo tú, porque cada vez que te veo, me haces sonreír, y cada vez que sonrío, me hago más feliz.

Porque tú eres el motivo de mi existencia, el centro de mi universo. Porque tú eres mi recuerdo, mi memoria; tú eres la lluvia de hojas en mi otoño, un copo de nieve en mi invierno, una flor en mi primavera y un sol en mi verano.

Eres la melodía de mi canción, la pupila de mis ojos, el horizonte de mi mundo, mi locura, mi razón.
 
¿Recuerdas aquél día en que me dijiste que te gustaría guardar los buenos momentos en una botella y así poder recordarlos cada día?

Bueno, pues aquí los tienes. Esto no es exactamente una botella, pero a mí no me gustaría que lo fuese. Y sé que habrá momentos aún mejores que estos, o al menos lo espero, y sé que quizás yo ya no forme parte de ellos. Pero me da igual, porque alguien dijo algún día que hay que vivir el presente, dejar para el pasado sólo lo bueno, y no preocuparse nunca mucho en el futuro, ya que para eso está el presente.

 
Y yo pienso cumplir eso.


                                                                                                                           Ire :)

12.6.10

MI país!!

Sabíais que, igual que existe el pais del helado (Ice-cream-land!! *¬*), el pais de los Filipinos (filipinas! O.O) existe... IRELAND? Wajajajaja!!! tengo un pais!! O.O xDD (?

Si algun dia vais a mi pais: alli se come exclusivamente helado, y comer cualquier otra cosa es ilegal. O.O y hay helados de tooooooooooodos los sabores, inclusive las cosas que nunca habeis probado... NO malpenseis! ^^" Me refiero a... no se, espejos, lámparas, ventanas, mesas, portátiles, blogs... (todos menos de los libros del insti, porque no queremos que se nos muera nadie por envenenamiento) o.O ^^ ah! y puede que os encontreis un sabor de vosotros mismos :) pero no os diré como lo he conseguido ^^

Dicho esto...

EMPARANOIATE!! O.O

                                                    Besos de colores,
                                                                             
                                                                             Ire :)

2.6.10

Temas varios... y una historia! :D

Hum. Si, lo sé. Hace muuuuuuucho tiempo que no escribo. Es que la pereza es muy mala. Estos dos meses (¿no?) he estado pensando y diciendome todo el tiempo "anda, pues de esto puedo hacer una entrada", "¿Y por qué leches hacemos esto? Lo pondré en el blog..." o "mañana mismo me paso por el blog y escribo algo, ¡lo que sea!".
Pero claaaro, están todos estos entretenimientos malvados hechos a propósito para hacerme perder tiempo... y no estoy echando mi culpa al tuenti, el messenger, los comecocos que pusieron en google... ¡nunca! ^^"
Vaaale, ya se que es mi culpa, pero... Ó.Ò ¡yo no quería! ¡Me obligaron! xDD
Bueno, el caso es que todas estas fantásticas (yo no quiero echarme flores ni nada, ¿eh? xD ) ideas mías ya están un poco atrasadas, pero no las quería dejar de lado... así que contaré un poco de cada cosa y punto.
¡Allá van!

¡Number uno! (¿a qué mi inglés es fantástico?):
Umm... vale, veamos.
¿Nunca habéis pensado a fondo en la semana santa?
Vamos a ver, ¿por qué llevan los nazarenos (ups, iba a poner camareros) los capirotes estos puntiagudos que por poco no alcazan a la Torre Eiffel? Si, dicen (en wikipedia) que los capirotes son como el objeto de un acto penitente que intenta acercarse al cielo. Ajá. Pero yo veo que, como uno pierda el equilibrio y el capirote le haga caerse en el suelo y partirse la espalda, va a estar más cerca del hospital que otra cosa.
Ham, y también me recuerdan a alienígenas. O.O ¿Qué es lo que quieren ocultarnos bajo ese gorro? ¿Una segunda cara? ¿Pelo azul y verde? ¿La etiqueta del peluquín?
Nadie lo sabe... O.o

¡Number dos!:
¡¡Hum!! Están echando lo de eurovisión por la tele y acabo de ver la canción de Israel... ¡qué mono el que la canta! O///O xDD A ver, a veer... cantantes monos... ¡hay unos pocos, tú! El de Norway? No sé. Israel, si. xDD
¡Maldito seas, Jimmy Jump!
Mira que hay que ser idiota y masoca para intentar estropear la canción de Eurovisión de tu propio país... ¡¡pero El Idiota (también llamado Jimmy Jump ¬¬) no conoce límites!! Será p*** c***** i***** i****** c******...!! ¬¬" ARGH! (Respira hondo. Uf. Un, dos, un dos. eeeeso ees u.u...).
¡Hum! Siguiendo con lo de eurovisión, por lo menos la canción de Alemania, que ganó, no era tan mala como otras... ¡aunque tampoco era la mejor! xDD Aro, ojalá hubiesemos ganado nosotros. ^^
¡Number tres!:
¿Qué hacen los chicos para ser los más imbéciles del mundo y a la vez los más adorables? ¿Por qué son intermitentes? ¿Funcionan como las linternas? Ahora tengo pila, ahora no...¡y ahora si otra vez! ¡Magia!
¿Qué dicen, "¡Vamos a poner de los nervios a las chicas, venga!" ?
Hum. ¬¬... xDD... ¿lo descubriremos algún día?

¡Number cuatro!:
Pues eso, que he ganado un concurso de narrativa de el colegio (wiiii!! x3), así que como al final he decidido no escribir historias sólo para el blog, os lo dejo para que me digáis que os parece. A mí personalmente no me gusta mucho, pero como ha ganado... u.u .
En realidad presenté otra historia, pero esta la había dado a otro concurso (que no ganó, of course) y a mi profesora de lengua le gustó; y me preguntó si me importaba presentar dos historias. Yo le dije que las presentara, aro. ^^ Os dejo la que ganó aquí, y la otra que presenté la pondré en la siguiente entrada. A ver qué os parece :) :


Las fotografías viejas


Sábado, 9 abril del 2071

He estado mirando unas fotografías viejas. Los cristales se empiezan a empañar por la humedad de la lluvia que arrecia fuera. Cierro el álbum y lo pongo encima de la mesita. Mi gato acaba de saltar encima de mi sillón, ágil, no como yo. A mis 73 años ya me gustaría a mi ir dando brincos por ahí como quien no quiere la cosa. Miro el reloj: las diez menos cuarto. Ya estarán al llegar, pienso. Y en efecto. Ya suena el timbre.
-¡Voy!- digo con entusiasmo. Camino lentamente hasta la puerta y la abro.

-¡¡Hola, abuela Clara!!- casi chillan mis nietos más pequeños, Ana y Paul.

-Hola, cariños míos- los abrazo fuertemente, me levanto y le revuelvo el pelo a Daniel, el mayor de los tres, que también me abraza con cariño.

Detrás de ellos están Yolanda y Miguel, mi hija y su marido.

-Hola, hija, hola, Miguel. ¿Qué tal os va por allí?- les sonrío con agrado, pues casi nunca tengo visitas.

Mientras charlamos dentro, los niños se ponen a jugar con Mauro, el gato, y Daniel se sienta en el sofá.

-¿Queréis algo para picar? Tendréis un montón de hambre- me dirijo a la cocina, pero Yolanda me retiene.

-Ya voy yo, mamá. Tienes que descansar- me sonríe con aplomo y trae unos cacahuetes y patatas fritas. Los niños se levantan sin pensar e intentan meterse en la boca tanta patatas como puedan.

Después de cenar, fui a enseñarles una foto curiosa a los pequeños: era yo de pequeña colgada de un montón de globos y una cuerda atados a mi espalda. A mi lado había otra niña muy parecida a mí, riéndose.

-¡Ala!- exclamó Ana. La cara de ambos volaba de mí a la foto alternativamente-. ¿Esa eras tú de pequeña? ¿Por qué estás colgada de esos globos? ¿Esa era tu hermana?

-Si, soy yo con mi hermana Laura. Seguro que hay algo que no sabíais de ella… tenía una discapacidad, ¿sabéis? Era sordomuda.

-¿Sordomuda? ¿Qué es eso?- preguntó Paul.

-Se llaman así las personas que no pueden hablar ni oír a los demás- respondí, y seguí mi relato-. Por eso, cada año íbamos a unas fiestas que había en mi pueblo, tenían juegos especiales para las personas discapacitadas, y Laura se divertía mucho allí y siempre encontraba nuevos amigos con los que jugar.

-¿También eran sordomudos?- inquirieron los pequeños.

-Algunos no, otros eran sordomudos y con otras minusvalías, eran ciegos, o sordos, o mudos… pero seguían siendo todos igual de simpáticos- sonreí, con sus recuerdos en mi mente.

-¿Y qué pasó con tu hermana?- preguntaron con la curiosidad en el rostro.

-Cuéntanos la historia entera, va- pidió Daniel, había estado escuchando y se sentó en la alfombra junto a nosotros. Les sonreí.

-De acuerdo. Veamos… mi hermana pequeña, Laura, nació siendo ya sordomuda. Por entonces yo tenía ya cinco o seis años. En el colegio, casi nadie se metía con ella, pues todos nos conocíamos y nos apreciábamos. Tened en cuenta que vivíamos en un pueblo pequeño, cerca de Córdoba, así que nos conocíamos todos. Por la tarde, los fines de semana, venía una profesora particular a nuestra casa, y nos enseñaba a toda la familia a hablar por signos. Nuestros padres tenían algo de ventaja, porque ya sabían hablar por signos, pero nos fueron enseñando a todos un poco más, y fuimos una familia como otra cualquiera, felices.

-En el instituto, las cosas cambiaron un poco. Nuestro padre perdió su trabajo y tuvimos que mudarnos aquí, a Sevilla. Esta era una ciudad más grande, no conocíamos a nadie y, por si fuera poco, mucha gente se metía con nosotras, sobretodo con Laura. Ahora bien, hicimos un gran esfuerzo y nos adaptamos al ritmo de estas personas de ciudad, siempre con prisas. Hicimos varios buenos amigos, que estuvieron con nosotras hasta el final.

-En la universidad, Laura estudió magisterio, mientras que yo entré en el mundo de la escritura. Ya éramos parte de Sevilla, pero nuestros padres desearon volver a mudarse. Mi hermana, apunto de terminar sus estudios, no quiso irse y yo me quedé con ella. Yo le tenía mucho aprecio y pensé que podría mantenerla más o menos hasta que ella decidiera trabajar y vivir sola, o con alguien especial. Y nuestros padres se fueron al pueblo.

-¿Alguien especial? ¿Quién?- preguntó Daniel, sumido en la historia.

-Oh, ella tenía mucho cariño a un chico de la universidad, un amigo suyo. Pero sigamos con la historia- aclaré-. Un año después de que mis padres se mudasen, mi padre sufrió un grave ataque al corazón, y lo hospitalizaron en Córdoba, ya que estaban más cerca de allí. Mi hermana y yo fuimos corriendo para allá, y al llegar nosotras ya se encontraba mejor, pero todavía necesitaba ayuda. Yo me quedé allí con él, porque Laura estaba en temporada de exámenes y no podía correr el riesgo de suspender, y yo no quería que mi madre cuidase sola de mi padre, eso supondría mucho trabajo para ella. Laura volvió a Sevilla.

-Mi padre fue mejorando, y mi madre nos visitaba todos los días. Un par de meses después, papá salió del hospital. Laura ya había aprobado la carrera, así que fue a vernos. Pero el día en que iba para allá, sufrió un accidente de tráfico. Sufrió heridas graves en todo el cuerpo. Por supuesto, fue hospitalizada también- suspiré, recordando aquella época de mi vida en la que tanto dolor había pasado, pensé que iba a perder a toda mi familia de golpe, tanto agobio, frustración, desesperanza…-. Y entró en coma. Tras un mes de cuidados intensivos, volvió a la realidad. Aunque algo en ella cambió, era más fría y distante con todo el mundo, nosotros lo pasamos por alto, sabíamos que había pasado una época de su vida y que seguramente querría pasar página pronto.

-Y la verdad es que así fue. Para sorpresa de todos, dejó el magisterio en un rincón de su vida, se compró una casa y se fue a vivir allí, sola. Pasó mucho tiempo sin vernos, separada del mundo y de la realidad, encerrada en sí misma…creímos que se debía a su accidente, pero nos equivocábamos. Al cabo de un tiempo nos visitó, y se traía una sorpresa entre manos. Quería fundar una ONG de discapacitados, y quería que yo la ayudase. ¡Yo acepté encantada! Laura recuperó su sonrisa entonces, y sus amigos…también los especiales- añadí al ver que Daniel abría la boca para decir algo. Este calló, complacido. Pero Ana preguntó:

-¿Y fundasteis la ONG?

-¡Por supuesto! Además, no estábamos solas. Mucha gente se unió a la causa. Hacíamos reformas en la ciudad, más rampas, planeamos autobuses para discapacitados… Laura, por ejemplo, daba clases a gente sorda o sordomuda, como ella. Yo trabajaba en las reformas de la ciudad. Laura y Borja, su amigo, se casaron. Yo me casé con vuestro abuelo. Y cada vez se fue uniendo más y más gente a la ONG, y nosotras seguimos hasta el final de nuestros días allí. Y todavía sigue funcionando, muchas personas se unen a nosotros aún.

-¿Y así se acaba?- dijo Daniel.

-Si. Después murió Laura… y Borja, y vuestro abuelo. Y mis padres también. Y yo seguramente me iré dentro de poco.

-¡¡Abuela!! ¡No digas eso!- se alarmó Daniel de repente-. Tú sabes que siempre te tendremos aquí dentro, en nuestros corazones. Así que no te irás nunca, jamás.

Sonreí. Estuvimos charlando todos un rato más, después me ayudaron a recoger y se fueron. Pensé en las palabras de Daniel: ellos tampoco se irán jamás de mi corazón, nunca. Me puse un camisón y me tumbé en mi cama, exhausta.

-Ayúdales…solo debes aprender a querer sus defectos- susurré, tranquila, el lema de nuestra ONG. Y después exhalé mi último suspiró y cerré los ojos, sonriente.


Y fin. :) Besos!
                           Ire :)