19.1.10

Diario de Soraya, 3er capitulo

Algunos días después, Meg salió del hospital. Entró en casa en muletas, tal y como predije, y acompañada por Sam, su... prometido. Se me hacía raro verla así, tan indefensa, pero más madura. Laurie me dijo que parecía preocupada por algo. Yo también la veía así, y sabía que tenía algo que ver con el accidente, pero no dije nada. Todo el mundo empezaba a hacer como si nada hubiese pasado, como la boda aún no se hubiese (casi) celebrado y como si no estuviesen preocupados. Los adultos son siempre así, hacen como si no pasase nada en los casos importantes, y después se alteran de repente, te ponen nerviosa y hacen que entrar en un callejón oscuro sea un suicidio cuando no pasa nada en realidad. Así que me harté, le dije a mi madre que me iba de compras con mis amigas, pillé el autobús y me fui a casa de Laura, una amiga mía. Así que cogimos otra vez el autobús, y fuimos hablando y hablando hasta que el autobús se paró con un chirrido de ruedas derrapando sobre el asfalto. Miramos alrededor nuestra: solo quedaban dos personas más allí, un chico un par de años mayor que nosotras, escuchando algo de Green Day en el iPod a todo volumen y una anciana cargada de bolsas, que impedía más o menos que cayeran al suelo con el balanceo del autobús.
-¡Última parada!-anunció el conductor- Bajaos aquí todos, se acabó el viaje.

Laura y yo nos miramos, extrañadas. Estábamos en una plaza que no habíamos visto nunca. Tenía una extraña fuente en el medio, con un ángel esculpido en mármol, y estaba
rodeada de calles, anchas y oscuras. En un lado se podía ver el refulgir de la chapa de metal que cerraba algunas tiendas. La anciana se bajó con sus bolsas y se perdió en una de las calles. Laura se acercó al conductor, seguida de el chico del iPod.
-Perdone, pero ¿este no era el autobús 21?-preguntó Laura.
-¿Cómo dices? No, no, este es el 37. ¿Adonde decís que ibais?
-Al centro. ¿Está muy lejos?
-Pues si, bastante, totalmente en dirección contraria. A una media hora en coche, más o menos.
Joder!- exclamó el chico- ¿Pero esto no iba para Nervión?
-No- siseó el conductor, claramente cansado-. Mirad, no puedo llevaros atrás, así que bajaos y buscad un taxi o algo, por aquí no pasan más autobuses hasta por la noche.
-¡¿Qué?! ¿Nos va a dejar aquí tirados?- Laura hizo como un gesto de pegarle una torta al conductor, pero su mano chocó contra uno de los bolsillos de metal que tenía la pared. La miré con una mirada-de-tía-estas-mal-por-que-has-hecho-eso, y ella apretó los labios. Bajamos del autobús los tres y lo vimos perderse en la lejanía, desesperados.
-Laura, ¿Qué has hecho? Ese tío podría habernos pegado una paliza- le dije a Laura, enfadada.
-Tranquila. ¿Tu tienes bonobús?
-Sí.
-Bueno, pues esto para comer o comprar-.Sonrió y abrió la mano con la que había golpeado la pared. Estaba llena de billetes. Abrí mucho los ojos.
Tía, eres genial!
-Perdonad, me parece que estáis tan perdidas como yo...-empezó a decir el chico del iPod, que ya no era el chico del iPod, porque lo había guardado- ¿qué os parece si os invito a un taxi?
-Por mi genial-dijo Laura.
-Bueno... yo estoy de acuerdo, pero tengo hambre.
-¡Estupendo! Buscamos un bar y volvemos- sonrió simpático. Laura y yo nos lanzamos una mirada tipo ''es simpático, podemos confiar, ¿no?'' Y sonreímos.
-Genial.
-Ok.
Nos perdimos en una de las calles que rodeaban la plaza mientras unas sonoras campanas de iglesia daban las tres con un tintineo.

7 comentarios:

  1. q guayy!!! me encantaaa, ya quiero saber q pasa con el chico ese.. xD Besos!!

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  2. ^^ graax =) weno, pos esperas asta..asta algun dia, nuse xDD

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  3. no es sobre la historia pero ueno xddd...no te preocupes qe aora me la leo .Veras lo qe te qeria desir sqe tu, por sino lo sabias, tambn entras en la entrada de mis amigas =) bezotes

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  4. vaya, nos puedes enviar algo para la sección Te reseñamos de perdidas!

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  5. T.T qe monoza lunaa ^^. graax! =D
    ah! y lo de enviaros algo, pues.. bueno, vere xD

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